La composición de los productos que forman parte del uso e higiene diaria afortunadamente cada día preocupa más a los consumidores. Los desodorantes no se libran de la utilización de productos poco adecuados para la piel. Entre ellos figuran tres controvertidos ingredientes, el triclosán, los parabenos y el aluminio. Dejar de utilizarlos es importante para la piel, pero requiere un proceso de adaptación para aquellas personas que sudan mucho porque las sales de aluminio son un antitranspirante. A muchas personas no solo les molesta el olor, también la sudoración excesiva, por ello lo que buscan es un desodorante para no sudar.
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El aluminio en los desodorantes
Otro ingrediente controvertido es el aluminio. Se utiliza en la cosmética tradicional como antitraspirante. En muchas ocasiones este mineral en contacto con la piel produce alergias e irritaciones. Este metal pesado tiene la capacidad de obstruir el poro, por lo que el cuerpo no elimina de manera natural las toxinas. La transpiración es un mecanismo natural que realiza nuestro cuerpo para regular la temperatura corporal, por lo que debemos tener consciencia de utilizar productos saludables en nuestra higiene diaria.
Ha sido el ingrediente estrella en la fabricación de estos productos. Se utiliza como antitranspirante, para inhibir la secreción de sudor en las glándulas que lo producen. Su misión es entrar en esa glándula y obstruirla para que deje de producir el incómodo sudor.
La sudoración es un mecanismo natural que realiza el cuerpo para regular la temperatura corporal y eliminar las toxinas. El sudor en sí no tiene ningún olor, lo que lo provoca son las bacterias de la piel que aprovechan la humedad para proliferar en aquellos lugares como las axilas, los genitales o los pies. Ellas son las que generan unos gases que provocan el mal olor.
La utilización del aluminio se ha demostrado que no es aconsejable. En muchas ocasiones este mineral en contacto con la piel produce alergias e irritaciones. Además, la transpiración es saludable, por lo que es mejor usar productos que la permitan y combatan el mal olor que provocan las bacterias.
El triclosán: un enemigo muy presente
La máxima de Hipócrates “Que la comida sea tu alimento y el alimento tu medicina” podemos llevarla a la cosmética, ya que los productos que aplicamos a nuestro cuerpo se convertirán en parte del mismo. En este sentido, el triclosán es un producto químico que se utiliza como desinfectante y conservante por sus propiedades antibacterianas. Debido a su gran poder antiséptico, poco a poco se fue incorporando en los productos de higiene y limpieza.
En la actualidad el triclosán forma parte de la composición de muchos detergentes, cosméticos y sobre todo en desodorantes. Aunque actúa eliminando las bacterias que generan el mal olor en el sudor, es muy cuestionado por su toxicidad y su impacto sobre el medio ambiente. Al atacar todo tipo de bacterias y hongos puede afectar a las bacterias beneficiosas del organismo. Algunos estudios apuntan que este ingrediente puede contribuir además a la aparición de resistencia en los antibióticos debido a su alto poder antibacteriano.
En el marco legal de Europa se se ha limitado su uso. Se permite la concentración máxima de 0,3% aunque esta cifra no es segura para el consumidor, ya que a diario utilizamos diferentes productos que pueden contener triclosán, sobrepasando el porcentaje recomendado.
Utiliza a diario un desodorante sin aluminio
Cambia tu desodorante convencional por un desodorante sin aluminio y libre de tóxicos. El desodorante de Árbol del Té proporciona todo lo que puedes exigirle a este tipo de productos, te hará sentir protegido durante todo el día y aporta frescor y suavidad. El árbol del té tiene propiedades antisépticas; es decir, es bueno contra las bacterias, hongos y virus. Por esta razón es un buen ingrediente para un desodorante, neutraliza el olor que desprenden los gases que forman las bacterias en el sudor, y las hace desaparecer.
Es una fórmula 100% vegetal elaborada con extractos de plantas y aceites esenciales. Entre sus ingredientes además están el pachulí, la salvia y limón. Este último le proporciona al desodorante sin aluminio un suave perfume cítrico, agradable al olfato. El pachulí le aporta energía y el dulzor propio de esta planta, para suavizar el efecto cítrico del limón.
Beneficios de utilizar antisudorales naturales
Las ventajas son muchas para nuestro cuerpo ya que están elaborados con aceites esenciales que se encargan de proporcionar suavidad, hidratación y efectividad contra las bacterias. Su principal misión es combatir ese olor que generan, no parar la sudoración, que es tan necesaria para eliminar toxinas y regular la temperatura de nuestro cuerpo.
Al tener componentes naturales, que pueden ser absorbidos por nuestra piel, tenemos la tranquilidad de que no son nocivos si se introducen en el organismo. Son productos, además, que respetan el medio ambiente y en su proceso de fabricación no se ha experimentado con animales.
Como son suaves respetan todo tipo de pieles, incluso las más sensibles pueden usarlo porque no provocan irritaciones. Están muy aconsejados como desodorantes para niños, aquellos que comienzan en la pubertad a necesitar utilizar uno suave y respetuoso con su piel delicada.
Y es que la cosmética natural ha venido para quedarse y convertirse en nuestra mejor alternativa para el cuidado diario.
Tipos de desodorantes
Cuando hablamos de este producto la tendencia es pensar que existen los desodorantes para hombres y para mujeres, pero hay más clases. Para niños, para los pies o específicos de la zona íntima. Todos ellos importantes para aquellos que los utilizan y a los que también hay que prestar mucha atención a su composición. Te damos algunas características que debe tener cada uno de ellos.
Desodorantes para niños
Los productos que hay en el mercado para el público infantil suelen estar libres de aluminio, parabenos y triclosán, pero no está de más asegurarse. También es mejor usar aquellos que están libres de alcohol para que no se les irrite la piel. Y es que los niños tienen la piel fina y sus organismos están en desarrollo, por lo que es necesario no aplicarles productos que no sean beneficiosos para su salud.
Los niños pueden empezar a usar desodorante sib aluminio infantil a partir de los 8 o 9 años, aproximadamente. La edad la señala el momento en el que el sudor que se les genera en axilas y pies comienza a tener un olor desagradable. Lo que no tienen que usar son productos antitranspirantes, ya que el sudor es un mecanismo de regulación de temperatura corporal. Una vez que ya están en la adolescencia pueden utilizar el mismo que el resto de la familia, y que siga sin tener productos nocivos como las sales de aluminio, el triclosán y los parabenos.
Desodorante para pies
El olor de pies es algo muy común, ya lo decía hace décadas Emilio Aragón en su canción “Te huelen los pies”. Los pies tienen mucha tendencia a sudar porque tienen una mayor concentración de glándulas sudoríparas. Es la parte del cuerpo que solemos tener, al menos fuera del verano, más tapada, y con más pliegues entre los dedos, una auténtica fiesta para las bacterias.
Para evitar el olor es recomendable usar un desodorante sin aluminio para pies, con productos naturales que neutralicen a las bacterias y así no desprendan olor. El árbol de té, en este caso también está muy recomendado al igual que la piedra de alumbre.
Desodorante íntimo
Es uno de esos productos que cuesta solicitar. Y es que el olor en la zona íntima puede resultar muy incómodo y molesto. Ante un cambio de olor en esta parte del cuerpo, lo más recomendable, de inicio, es acudir al médico para descartar cualquier tipo de infección u hongos que puedan estar alterando la zona.
Los desodorantes en esta zona tienen que respetar muchos la flora vaginal, que es lo que mantiene esta parte del cuerpo libre de infecciones. Tienen que mantener el ph correcto, no alterarlo. Y siempre descartar aquellos que contengan alcohol porque irritarán.